lunes, 1 de febrero de 2010

Miedo I

Sin duda, es la emoción que más disfruto observando. No es que me guste recrearme en el sufrimiento ajeno, pero me gusta observar cómo cada persona reacciona de manera diferente ante la sensación oprimidora que es el miedo.

Definición:

El miedo es una emoción caracterizada por un sentimiento desagradable ante algo que nos asusta o creemos que nos puede hacer daño. Es una emoción primaria que se deriva de la aversión natural al riesgo o la amenaza, y se manifiesta tanto en los animales como en el ser humano. Además el miedo esta relacionado con la ansiedad.

Desde el punto de vista social, el miedo puede formar parte del carácter de la persona o bien ser inspirado por la sociedad. Se puede por tanto aprender a temer objetos o contextos, y también se puede aprender a no temerlos. El miedo puede relacionarse con otros sentimientos (miedo al miedo, miedo al amor, miedo a la muerte, miedo al ridículo).

Desde el punto de vista evolutivo el miedo es un complemento y una extensión de la función del dolor. El miedo nos alerta de peligros que ya nos han causado dolor, e incluso de peligros que no nos han causado dolor aun. El miedo es el mecanismo del cuerpo que hace que ante una situación de amenaza, no arriesguemos más. Es por tanto una forma de supervivencia.


Ejemplo:

Un escalofrío recorrió desafiante desde su cuello hasta sus pies. Lentamente una ola de pensamientos inquietantes cruzó su mente. ¿Qué debía hacer? El corazón se le aceleraba y el sentido común lo abandonaba, dejando paso a unas nuevas emociones descontroladas. Por más que quería gritar, pedir ayuda o lamentarse, de su garganta no salía sonido alguno. Sus palabras, fuente de alegrías tantas veces, habían muerto.
Sus ojos se movían asustados, buscando algún lugar donde esconderse o huir. Su cara normalmente llena de vida y color se tornaba con el paso de los segundos mortalmente pálida, hasta el extremo de parecer más un mítico espectro que un humano.
Los hombros los tenía encogidos y sus manos se mostraban nerviosas, abriéndose y cerrándose continuamente, sin saber qué hacer o sujetar.
Sus piernas dudaban entre salir corriendo o plantar cara, quedando finalmente quietas, bajo el control de una sensación turbadora que poco a poco conseguía asimilar.
MIEDO.


Actitud 5 [FIN]

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